El heloma interdigital más comúnmente conocido como «ojo de gallo» o «de pollo» se trata de la acumulación de queratina entre los dedos de los pies debido a un exceso de presión o roce entre ellos. Suele ser una lesión bastante dolorosa e incómoda ya que la fricción de los dedos al caminar empeora su sintomatología.
CAUSAS:
- Calzado con puntera estrecha: disminuye el espacio entre los dedos, friccionan más y suele ser la causa más común que provoca esta lesión. Si utilizamos un calzado con la puntera más redondeada veremos que no quedan los dedos apretados y cada uno tiene su espacio, así evitaremos que se produzca este «heloma interdigital».
- Alteraciones digitales o clinodactilias: dedos infraductus o supraductus, sindactilias, etc. Cuando por ejemplo como en la imagen, observamos que el quinto dedo queda por debajo del cuarto, es una alteración anatómica llamada clinodactilia, que indica que la falange proximal del quinto dedo está rotada. Esta variante va a crear una presión de un dedo contra el otro y por tanto va a inducir que aparezca la lesión.
- Hipertrofia de los cóndilos de las falanges de los dedos: Ocurre cuando los laterales de las falanges son más gruesos o presentan algún pico exostósico y aumenta la presión entre los dedos y por tanto es otra causa que induce a la formación de queratina.
TRATAMIENTOS:
- Quiropodia: tratamiento efectivo en cuanto a la eliminación del dolor, ya que lo que hacen los podólogos en la quiropodia es retirar la lesión de queratina acumulada para que deje de hacer presión y así el alivio de la sintomatología es inmediato.
- Hidratación: al hidratar la zona lesionada vamos a reducir ese cúmulo de queratina que produce el dolor y la piel va a ir ganando elasticidad, probablemente no elimine el callo completamente porque solo va a actuar sobre las capas más superficiales de la piel pero si va a aliviar la sintomatología dolorosa.
¡CUIDADO CON LOS CALLICIDAS! Esto es importante, ya que en muchas ocasiones acuden a consulta pacientes que se han aplicado este tipo de apósitos y la mayoría de las veces lo que hacen es empeorar la lesión.
- Calzado adecuado: hay que buscar un calzado donde notemos que los dedos se mueven libremente, evitar las punteras estrechas, intentar utilizar punteras más redondeadas o flexibles para que cuando el pie se dilate cuando caminemos el calzado deje espacio para que los dedos se muevan libremente.
- Siliconas personalizadas: los podólogos pueden diseñar unas ortesis de silicona a medida, es decir, con la forma exacta de sus dedos, para asegurar una buena adaptación, con el objetivo de corregir si hay una alteración rotacional de las falanges (clinodactilia) o separar los dedos y así proteger la lesión, para evitar que se produzca el daño.
- Cirugía: es el tratamiento más invasivo pero también de los más efectivos, ya que ahora con las técnicas MIS, técnicas mínimamente invasivas, conseguiremos una mejor alineación del dedo o la eliminación de la exóstosis que causa la lesión, bajo anestesia local y sin hemostasia.
Pide cita en nuestra clínica llamando al 623 13 12 76 y nuestros podólogos te informarán de las diferentes terapias y tratamientos realizando un diagnóstico personalizado para aliviar su dolor.